" Mamá sabe bien Perdí una batalla Quiero regresar Solo a besarla No esta mal Ser mi dueño otra vez Ni temer que el río sangre y calme Al contarle mis plegarias " - Rompiste tu promesa, y me besaste sin cumplir lo que habías prometido hacer antes de juntar tus labios con los míos. En esa habitación de hotel, mientras veía frente a mí a la razón de cientos de batallas perdidas, recordaba lo que le había prometido: que pediría perdón por todo el daño causado, por todas las veces que mi comportamiento distraído y la ligereza de palabra habían causado heridas en su corazón. Yo lo había prometido, así que hinqué mi rodilla izquierda frente a ella y le pedí, con los ojos nublados por las lágrimas de culpa, que perdonara todos los malos ratos y las palabras hirientes que había tenido que soportar. Y como el guerrero que vuelve a pelear una nueva batalla, volvía solo a besarla. Pero la recompensa fue mil veces, millones de veces, mayor que un cál